
El hallazgo de cadáveres humanos en estado de descomposición avanzado, con evidente signos de torturas o ajusticiamiento, permiten pronosticar las tendencias que pudiera presentarse en las futuras escenas del crimen, donde resulta difícil no solo identificar a las víctimas, sino determinar las causas de la muerte, así como la posible fecha en que aconteció el hecho violento. El estudio de campo se realizó, en el mes de Septiembre de 2014, en dos localidades: 1) en los predios del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses situado en Llanos de Curundú, Corregimiento de Ancón, Ciudad de Panamá, el cual que se caracterizó por presentar una vegetación arbustiva entremezclada con pajonal y con árboles frutales de mango (Figura 1), y 2) en los predios de la Morgue Judicial en el corregimiento de David, Barriada El Varital, Provincia de Chiriquí. Para la captura de las principales especies indicadoras forenses se utilizaron dos fragmentos de hígados humanos de aproximadamente 51 y 71 horas de haber sido extraídos durante la autopsia. Se cortaron fragmentos de 150 y 210 gr, los cuales se colocaron en sus respectivos envases plásticos de helado. De las 47 necropsias realizadas por el personal del Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio Público en el 2013, que evidencio que muchos de los cadáveres estaban colonizados por de insectos. De las capturas, se atraparon un total de 637 especímenes en la provincia de Panamá, distribuidos en 11 especies y tres familias. El 74% de las capturas correspondió a la especie Chrysomya megacephala, seguido de un 8% de la especie Chrysomya rufifacies y de un 5% de la especie. En tanto que en la provincia de Chiriquí se atraparon un total de 138 especímenes, distribuidos en 9 especies y cinco familias. La especie más capturada fue Lucilia eximia con 88 ejemplares durante las tres horas de exposición.