
La evolución ocupa una posición central en las ciencias biológicas, ya que permite conocer los procesos que han originado la diversidad de la vida, los orígenes del hombre, las respuestas genéticas a las perturbaciones ambientales y suministra además las bases científicas para decisiones concernientes a conservación de especies raras o en peligro; las implicaciones de especies invasivas, nuevas variedades genéticas y transgénicos. Los adelantos más importantes en biomedicina, biotecnología, agricultura y en manejo de la vida salvaje, han sido realizados por científicos con una profunda comprensión de la evolución. A pesar de que la evolución es un hecho, la enseñanza de la Biología evolutiva y las teorías de la evolución es realizada con superficialidad, en algunas ocasiones para evitar polémicas entre los estudiantes o porque las creencias religiosas de los profesores interfieren en su labor docente. Si se enseña biología evolutiva de una manera adecuada en las escuelas básicas, superiores y en las universidades, nos aseguramos de formar futuros profesionales con una visión científica y tecnológica, un profesional crítico. Un público desconectado del conocimiento científico no puede comprender las diferencias entre los dominios de la ciencia y los dominios de la religión.