
El control químico se convirtió en el método principal de protección de plantas a finales de la década del 40 y principios del 50 del siglo pasado. En todo este tiempo se han acumulado suficientes evidencias de los riesgos que presenta el uso de plaguicidas para la salud y el ambiente, riesgos que además comprometen la sostenibilidad de los sistemas agrícolas (Pérez et al., 2010). En la actualidad existen, a nivel mundial, cerca de 1,500 ingredientes activos de plaguicidas y 60,000 preparados comerciales o formulaciones de los mismos; y se estima que aproximadamente el 85% de los plaguicidas empleados en el mundo se dedican al sector agropecuario donde se consideran valiosas armas para evitar los daños ocasionados por plagas (Jiménez, 2009). El porcentaje mundial del uso de Glifosato es de 79,6% y del Paraquat 60- 70% utilizados en los cultivos agrícolas.
También puede {advancedSearchLink} para este artículo.